RESUMEN: Desde que los contempló por primera vez, Anis Ferchichi supo que aquellos ojos serían su perdición…
TÍTULO: “Por su mirada”
AUTOR: Miss Lujuria
Banner: Creación de Miss Lujuria
Audiencia: G
Categoría: Slash
Personajes: Bill Kaulitz, Bushido
Advertencias: No
Extensión: Drabble
Género: Romance, Universo Alterno
Ocasión: No
Pareja Principal: Bill / Bushido
Pareja Secundaria: No
Series: No
Estado Actual: Fanfic Terminado
Total Capítulos: 1
Publicado originalmente el: 06 de Diciembre, 2016
«Por su mirada»
Cuando recuperó la conciencia, Anis echó un fugaz vistazo a su alrededor. Inmediatamente después, una mueca de desconcierto contrajo sus facciones. Estaba encerrado. Encerrado en la habitación de una clínica penitenciaria. ¿Qué hacía él allí? ¿Qué clase de delito podría haber cometido un hombre íntegro, respetable y de buena familia para verse recluido en un sitio así? Trató de recordar todo lo acontecido en las últimas veinticuatro horas. Nada.
—No lo entiendo… — murmuró, masajeándose las sienes con la punta de los dedos.
De pronto, emergió en su mente el recuerdo de un rostro dolorosamente conocido, oprimiéndole el pecho. Alargó un brazo hacia la pequeña mesilla ubicada junto al cabecero de su cama y extrajo un pequeño trozo de papel de uno de los cajones, el cual observó con detenimiento. Anis reconoció su propia letra en las líneas de lo que, a primera vista, parecía ser una confesión escrita. Alarmado, el hombre leyó para sí:
«Quien esté leyendo esto no debe verme como un loco, sino como un pobre enamorado que ha perdido la cabeza, como podría pasarte a ti. Como podría pasarle a cualquiera. Su belleza me cautivó desde el preciso instante en que tuve el privilegio de contemplarla; sin embargo, fueron sus ojos los que lograron perturbar cada uno de mis sentidos. En mis cuarenta y tres años de vida, jamás había visto unos tan hermosos como los que él poseía. Su mirada era risueña, y estaba colmada de bondad y ternura. Era una mirada expresiva y vacía de toda tristeza; intensa, juguetona y seductora.
«Aquellos ojos eran felinos y refulgentes, de color caoba cuando llegaba el crepúsculo, negro a la luz de la luna y miel al amanecer. Con el paso del tiempo, y de alguna manera, habían conseguido despertar en mí ser un fuego calcinador; un torrente de sentimientos que jamás había experimentado por nadie.
«Aquellos ojos ceñían mi corazón y me robaban el aliento a la menor oportunidad que se les presentaba. Eran como dos tornados de sensaciones inconcebibles que me arrastraban y transportaban a mundos desconocidos. Algo inquietante, pero maravilloso al mismo tiempo.
«Ahora que los he perdido, mi vida carece de sentido. Confinado en este pequeño cuartucho, vestido con ropas que no me pertenecen y envuelto en amargura y soledad, escribo estas mediocres palabras que atesoraré hasta el fin de mis días, por mantener vivo el recuerdo de esos dos embaucadores que consiguieron hacerme sentir un Anis completamente diferente y que, después, se llevaron mi libertad…»
Al concluir la lectura, el peso de la realidad cayó sobre el hombre, y una lágrima descendió tímidamente por su mejilla, mojando el papel que devolvió a su escondite segundos después. Finalmente lo recordaba todo; recordaba cuál había sido su pecado. Pero, ¿acaso era un pecado sentir? ¿Era un pecado amar? Gimoteó, abatido.
Seguramente, permanecería enclaustrado en esas cuatro paredes hasta que el reloj de arena de su vida dejase escapar sus últimos granos. Sus labios se curvaron en una tenue sonrisa melancólica. ¿Podría importarle a un hombre su libertad cuando había sido despojado de su más preciado tesoro? Nada, absolutamente nada lograría compensar su pérdida. Nada, salvo la muerte. Ella era la única que podía ayudarle a reunirse con Bill, aquel muchacho inocente al que le había arrancado los ojos por amor… por su mirada.
F I N
DISCLAIMER: Los nombres/imágenes de las celebridades son sólo prestados, no representan a las celebridades en la vida real. No se intenta ofenderlos, ni a sus familias, ni a sus amigos. Los personajes originales y las tramas son propiedades del autor. Es un trabajo de ficción. No se infringe copyright. No se acepta el plagio.
