Hot Christmas

RESUMEN: Los G’s pretenden dar como regalo de Navidad a los gemelos, una Navidad caliente, en las paradisiacas islas de Brasil.

TÍTULO: “Hot Christmas” (Navidad caliente)

AUTOR: MizukyChan

Banner: Creación de Luminous Trace.

Audiencia: G

Categoría: Slash

Personajes: Bill Kaulitz, Georg Listing, Gustav Schafer, Tom Kaulitz.

Advertencias: Incesto

Extensión: One-Shot

Género: Humor, Romance, Ternura, Twincest.

Ocasión: Navidad

Pareja Principal: Bill/Tom

Pareja Secundaria: No

Series: Mis One-Shots

Estado Actual: Terminado

Total Capítulos: 1

Publicado originalmente el: 25 de Diciembre, 2015, para thf

Nota de MizukyChan: Historia situada en el archipiélago Fernando de Noronha, en Brasil.

Hot Christmas

Hot Christmas”

¡Eres un idiota, Geo! —exclamó Gustav, sudando profusamente—. ¿Por qué me hiciste venir hasta acá?

Para asegurarnos de que el regalo fuera perfecto —respondió el castaño, pasando un pañuelo de papel por su frente.

Pero pudimos hacer todo esto por internet y lo sabes —alegó el rubio, dando otro paso para ascender la elevada pendiente.

Deja de quejarte, estamos a punto de llegar.

¿Qué clase de turismo fomenta esta gente? Casi no hay taxis y caminar en medio de este calor es francamente inaguantable —volvió a quejarse el de gafas.

Según este folleto, el archipiélago de Fernando de Noronha es un patrimonio mundial de la UNESCO y que ofrece un delicado ecosistema, por tanto hay que alterarlo lo menos posible —leyó el castaño, deteniéndose justo frente a un cartel que anunciaba “Pousada Maravilha”—. Ya llegamos.

Gustav, quien seguía molesto por el calor, dijo: —De entre todos los lugares del mundo, Geo, tenías que traer a este par de alemanes, que apenas hablan inglés, a un país donde se habla portugués, ¿no crees que debiste meditarlo mejor? Se supone que les daríamos el mejor obsequio de Navidad del mundo.

¡Bienvenidos! —Exclamó en inglés la anfitriona que salió a recibirlos—. Ustedes deben ser los jóvenes de Alemania.

Sí, esos somos nosotros —respondió Gustav en su inglés rudimentario.

La mujer aplaudió dos veces y dos hombres apuestos y musculosos aparecieron para cargar los bolsos de mano de los chicos.

Vengan por aquí —pidió amablemente la mujer cuya piel tenía un bronceado envidiable.

Los G’s caminaron tras ella hasta lo que parecía ser una escalera que llevaba a una planta superior, donde había una tentadora piscina, pero eso no fue lo que captó la atención de los chicos, fue la vista extraordinaria que se lograba ver desde esa altura.

Oh, por Dios —dijo Gustav, casi conteniendo la respiración.

¿Ves que tenía razón?

Creo que ahora quiero venir aquí de luna de miel —bromeó el chico.

La mujer sonrió complacida, sabía que ese era el efecto que su posada provocaba en todos los visitantes. Estiró la mano, señalando las diferentes islas del archipiélago, contando anécdotas de cada una de ellas, orgullosa de ser parte de ese paraíso en la tierra.

Después de pasear por los alrededores de la posada, los G’s se dirigieron a la habitación que compartirían. Tomaron una ducha fría y se sentaron a conversar con una cerveza en las manos.

Admito que el lugar es hermoso —comenzó Gustav—, pero ¿por qué Brasil?

Tú, yo y los gemelos hemos vivido la mayor parte de nuestras Navidades en pleno invierno, pensé que sería bueno pasar una Navidad caliente para variar —sonrió.

Bueno, Bill y Tom hacen de cualquier Navidad algo caliente, Geo —rió sin poder evitarlo.

Es cierto.

No puedo creer que te vayas a casar —dijo de pronto el castaño, soltando un suspiro—. Deberíamos pasar esta Navidad los cuatro juntos, aquí, en este lugar de ensueño.

¿Georg?

El castaño alzó su botella en forma de brindis. —Sería nuestra última Navidad solteros.

No creo que a ella le guste la idea.

No creo que sea tan egoísta para impedirte disfrutar con tus amigos de toda la vida, Gus.

No, tienes razón.

Solo piénsalo.

Una semana después, los gemelos reían sin parar al ver a través de la ventanilla del avión. Bill no paraba de tomar fotografías de las aguas color turquesa, posteando una que otra en su cuenta de instagram, mientras Tom no perdía momento para acariciar sus delgadas piernas o tomar su mano.

Detrás de ellos, los G’s sonreían al ver que su plan había dado resultado.

Te dije que les encantaría —comentó Georg—, leí en internet que este lugar se asemeja mucho a las Islas Maldivas para bucear.

Gustav abrió muy grandes los ojos. —Geo, por favor dime que no hacen buceo con tiburones o cosas demasiado peligrosas.

¿Por qué preguntas algo así?

Estos lugares exóticos se prestan para esas cosas. Y yo…

Odias a los tiburones, ya lo sé y jamás te haría algo así, Gus. —El castaño le dio un apretón a la mano de su amigo, que se había empuñado de los puros nervios.

Una vez en la isla, los gemelos acapararon la atención, con sus bromas y risas. Los G’s no podían estar más complacidos de verlos nuevamente así de felices. El estrés del lanzamiento de KOS estaba haciendo mella en el estado de ánimo de Tom, y Bill lo resentía con sus trastornos alimenticios, ellos lo notaron desde el primer momento, pero no quisieron echar sal en la llaga, mientras estuvieran rodeados de la gente sin escrúpulos que los estaba asesorando en esos momentos. Así que planearon ayudarles a pasar un buen rato, regalándoles un gran paseo para celebrar Navidad.

Este lugar es precioso, creí que nos habíamos acostumbrado a tener días cálidos, pero esta de verdad será una Navidad caliente —dijo Bill, dejándose caer en una de las camas blancas junto a la piscina.

Por supuesto —agregó Tom, recostándose junto a su gemelo y cogiendo su mano.

Ustedes son un par de calientes, así que no se hagan los inocentes —dijo Geo, tomando ubicación en la cama blanca a continuación de los Kaulitz—. ¿Y dónde está Gustav?

Dijo algo de una excursión de buceo —respondió Tom, cogiendo una botella de bloqueador y tirando de la playera de Bill—. Déjame ponerte esto.

Georg soltó una risita. —Tú siempre cuentas en las entrevistas que te tardas horas en el baño aplicándote crema, cuando la verdad es que te gusta ponerle loción a tu gemelo.

Bill soltó una risita. —Te descubrieron, Tom.

Bueno ¿y qué? —procedió a aplicar una gran cantidad de bloqueador en sus manos y amasó la espalda del rubio con habilidad y familiaridad, dejándole soltar gemidos de gusto.

Y ya empezó la Navidad caliente —dijo el castaño, levantándose del lugar—. Los dejo para que se metan mano a gusto, pero tengan cuidado de no espantar a nadie, ¿ok?

No te preocupes, Geo, ya hemos hecho esto antes —respondió Tom y mostró su risita de lado, mientras Bill soltaba una risita cómplice—. Por eso amamos América.

Ugh, calientes… —y se retiró.

Nunca dejará de espantarse, ¿no es así? —preguntó Bill, girando para que las manos de Tom acariciaran su pecho.

¿Puedes culparlo? —respondió el guitarrista, acercándose hasta devorar sus labios.

¡Oh, por Dios! ¿Por qué no hacen eso en su habitación? —exclamó Gustav, llegando hasta la zona de la piscina, para luego retroceder sobre sus pasos.

Hagámosle caso —dijo Bill, sentándose y estirando una mano para que Tom lo ayudara a levantarse—. Llévame a la cama, Tom.

Pese a los besos fogosos de los Kaulitz, los G’s disfrutaron mucho del sol y los bellos paisajes de la isla, pero sin duda lo mejor de todo fue su aventura bajo el mar.

Gustav se enamoró de una tortuga que nadaba tranquilamente, sin importarle la presencia humana. Sus colores y las tonalidades del mar, le hacían ver como una criatura magnífica. Con señas, pidió al guía que le tomara una fotografía para llevarla como recuerdo de su paseo por esos hermosos depósitos de coral.

Los días pasaron calurosamente y los cuatro se reunieron para cenar juntos el día 24 por la noche. Entre bromas y risas, los chicos recordaron sus inicios, los antiguos bares, los comienzos de su amistad, el secreto del amor de los gemelos, los problemas con Universal, el escape a L.A. de los Kaulitz y la peleas por KOS, sin embargo, allí estaban, juntos, como si el tiempo fuera solo una nimiedad, porque por dentro, continuaban siendo esos críos preadolescentes que se morían de ganas por hacer música y por disfrutar de la vida.

Al retirarse a descansar, los gemelos abrazaron a sus amigos, agradeciéndoles por todo, porque en verdad, de no ser por ellos, hace mucho tiempo que habrían salido huyendo para no volver jamás.

Los G’s compartieron habitación, otra vez, y en sus camas sonrieron complacidos.

Te dije que valdría la pena que estuviéramos aquí —dijo Georg, poniéndose de lado en su colchón, para ver al otro.

Gustav en la otra cama, imitó su gesto y quedó de frente a él. —Voy a extrañar todo esto, nuestros momentos de soltería.

No lo harás —afirmó el castaño.

¿Cómo estás tan seguro?

Porque no te dejaremos volverte un marido amargado y calvo.

Gustav rió. —¿Un Homero Simpson?

Exacto, aunque… puedes conservar la barriga —Georg sonrió, molestándolo—. Pero, hablando en serio, no tendrás que extrañar nada de esto, porque siempre estaremos aquí, los gemelos y yo, estaremos siempre aquí, Gusti.

Idiota —gruñó al escuchar su apodo—. Ya, ponte a dormir, mañana quiero salir temprano a nadar con las tortugas.

El castaño estiró la mano y apagó la luz, sorprendiéndose al escuchar un golpe contra la pared—. ¿Qué fue eso? ¿Será un temblor? —se sentó nervioso, al escuchar que el ruido se repetía.

Gustav estalló en carcajadas ante la cara de su colega, hasta que al final sintió compasión por él y dijo. —¿Ya olvidaste a quien tenemos en la habitación contigua?

Georg se dejó caer contra la almohada. —Los Kaulitz —resopló.

Les prometiste una Navidad caliente y ese par de calientes se tomó las palabras.

Entre bufidos y bromas, los G’s aguardaron a que los sonidos cesaran, para poder tratar de conciliar el sueño. Georg lanzó las mantas hacia un costado y Gustav las arrastró con los pies hasta el fondo de la cama.

¡Maldición que calor! —Gruñó el rubio.

Feliz Navidad caliente, Gusti.

Feliz Navidad hot, my friend.

& FIN &

DISCLAIMER: Los nombres/imágenes de las celebridades son sólo prestados, no representan a las celebridades en la vida real. No se intenta ofenderlos, ni a sus familias, ni a sus amigos. Los personajes originales y las tramas son propiedades del autor. Es un trabajo de ficción. No se infringe copyright. No se acepta el plagio.

MizukyChan: Administradora del sitio. También escritora y traductora del fandom.

1 Comment

  1. Por un momento mi mente sucia pensó que los G’s se iban a liar 😏
    No se si sentirme decepcionada o no (no del fic, sino de que no lo hayan hecho).

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